Hay que madrugar o trasnochar, según se elija, para verlo en plena actividad. Hay que abrir bien los ojos y andar con cuidado si uno no quiere ser atropellado por un carricoche cargado de atunes. Y, sobre todo, hay que ser discreto, hacer las fotos sin flash y molestar lo menos posible. Entonces, habrá quien se pregunté... ¿y por qué ir a la dichosa lonja? Pues las cifras lo explican por sí solas: Es la mayor lonja del mundo, con un volumen de 2.000 toneladas de mercancía al día y 400 tipos de productos marinos. Algunos son reconocibles, como el famoso atún rojo, el pulpo, las anguilas o los cangrejos, mientras que otros parecen sacados de un boceto de personajes para la Guerra de las Galaxias. Llegar es fácil. Las paradas de metro son Tsukijishijō (línea Toei Ōedo) y Tsukiji (línea Tokyo Metro Hibiya) y, si después entra hambre y no da pereza desayunar shushi, en el mercado exterior hay -además de tiendas donde comprar cuchillos profesionales y otros instrumentos de cocina-, pequeños restaurantes ofreciendo los productos más frescos de toda la ciudad.
Nota: A partir de mayo del 2010, hace falta registrarse para ver la subasta del atún, ya que el acceso a la misma ha sido limitada a 140 personas por día. El registro comienza a las 4:30 en la primera planta del Osakana Fukyu Center, próximo a la puerta Kachidokimon.
2 comentarios:
EL primer en Tokyo dia no creo que podamos dormir más de tres horas seguidas... aprovecharemos el jetlag para visitar el mercado.
Es cierto, caeréis rendidos hacia las ocho de la tarde de allá, así que al día siguiente podréis despertaros pronto...
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