La población de Hakone es una de las atracciones turísticas más importantes de Japón, por lo que si se quiere pasar la noche allí -muy aconsejable para poder sumergirse en sus famosos onsen o baños de aguas calientes- habrá que pensar en reservar con cierto tiempo de antelación. Llegar hasta aquí desde Tokio lleva su tiempo y tiene su gracia. Las opciones primero se dividen entre salir desde las estaciones de Shinjuku o Tokyo. Desde la primera parte la línea de JR que llega a Odawara en 80 minutos y también los trenes de la línea privada Odakyu, que tardan el mismo tiempo pero ofrecen paquetes especiales para quienes prefieren dedicarle más tiempo a Hakone. Desde la estación de Tokyo, se puede optar por la línea Tokaido, que tarda hora y media pero es la opción más económica, o por el shinkansen Kodama, que también llegará a Odawara pero en tan sólo 35 minutos. Esta opción es la mejor si ya se tiene activado el Japan Rail Pass.
Una vez se llega a Odawara, el trayecto restante es común a todas las opciones: Se coge un tren de vía estrecha que recorre en 55 minutos la línea Hakone-Tozan hasta Gora y desde allí se sube al funicular hasta Sounzan, al pie del lago Ashino-ko. El funicular está dividido en dos tramos, lo que permite pasearse por la plataforma intermedia, hacerse una buena foto con el Fuji a la espalda y pasearse entre las fumarolas de azufre abiertas en las laderas. Una vez se llega al lago, hay que cruzar éste en barco. Para volver a Tokio no hay que hacer este camino tan largo -aunque entretenido- si no coger un autobús justo en el lado del lago donde se ha desembarcado y bajarse en la última parada, Odawara, donde se encontrarán todas las opciones de trenes explicados al principio de esta entrada. Si preferís perder menos tiempo -y algo de dinero- en la ida, siempre podréis coger este mismo autobús desde las estaciones de Odawara o Hakone-Yumoto en dirección al lago.
