Después de las fiestas es cierto que los bolsillos se quedan tiritando. Pero también lo es que no siempre los hermanos, suegros, cuñados y demás parentela tienen el acierto de sorprendernos postivamente. Así que aquí dejo unos cuantos antojos por si llega el momento de echar mano del ticket regalo.Además, otras propuestas que disfrutar durante estos fríos días de invierno.
La sede de Casa Árabe en Madrid ha prorrogado un mes más su interesantísima exposición “Jardines de arena. Fotografía
comercial en Oriente Próximo 1859-1905”. Hasta el 17 de febrero se podrá ver esta colección de más de 80 fotografías en
blanco y negro realizadas entre finales del XIX y principios del siglo XX. Retratos de estudio, paisajismo,
inventario de monumentos y edificios relevantes... Una muestra única dividida en seis secciones geográficas (Egipto, Arabia,
Tierra Santa, Líbano, Siria y Turquía y el Cáucaso) que reúne las primeras fotografías de países de Oriente Próximo tomadas por viajeros europeos. Horario de lunes a sábados de 11:00 a 15:00 y de 16:00 a
19:30 horas; domingos y festivos de 11:00 a 15:00 horas.
Las propuestas
literarias de este mes tienen a los viajeros como protagonistas. El trío lo
abre Paul Theroux, que se ha pasado medio siglo viajando por el mundo, toda una
vida en la que no estuvo sólo. Vladimir Nabokov, Samuel Johnson, Evelyn Waugh,
Charles Dickens, Mark Twain, Ernest Hemingway, Graham Greene y DH Lawrence,
entre otros escritores, estuvieron a su lado a través de los libros que le han
acompañado durante todo ese tiempo. En El Tao del viajero, editado por
Alfaguara, el viajero y escritor estadounidense rememora alguno de los pasajes
más memorables de éstos y otros autores, sin olvidar tampoco sus propios escritos y
pensamientos. La cita que cierra este post es una de las tantas que Theroux
recopila en esta guía de viaje y de vida. Una obra que para muchos seguro será
libro de cabecera. Lee las
primeras páginas del libro.
Y de una larga carrera a otra que ya pasó a los anales de los grandes viajeros o, por lo menos, a la de los más productivos. Más de 30.000 fotografías y alrededor de 500.000 pies de película conforman el legado de Burton Holmes, otro estadounidense que llevó el mundo a los salones de los ciudadanos
americanos. Los fans de aquellos largos viajes de la primera mitad del siglo XX no deben dejar de echar un vistazo al catálogo de Taschen, donde se encontrarán un homenaje a este singular personaje: Crónicas de un viajero - Burton Holmes - El pionero del fotorreportaje. Desde los bulevares de París a la muralla China, desde la
Atenas Olímpica al Vesubio en erupción del 1906, Holmes se deleitó
observando las maravillas del mundo y compartió con sus compatriotas aventuras, historias,
fotografías y films. Dehli, Dubrovnik, Moscú, Manila, Jakarta y
Jeruselem son algunas de las paradas que realizó este viajero y que ahora vuelven a asomar en este libro, que cuenta con lo mejor de su archivo. Para los que no pueden esperar ya a asomarse a esta ventana al mundo de hace 100 años, aquí presento un vídeo con una de las filmaciones de este periodista viajero al que ya le dedicaré un amplio post más adelante:
El trío de ases de este mes lo cierra Julio Camba y su obra Londres, una divertida, luminosa, irónica e interesante crónica de la capital inglesa de principios del siglo XX. Este genial periodista gallego viajó por Europa como corresponsal de diversos medios españoles, a los que mostraba cómo se vivía más allá de los Pirineos, cómo nos veían más allá de los Pirineos y cómo se podía echar de menos la particular indosincrasia española más allá de los Pirineos. Los artículos que forman la obra Londres comenzaron a nacer a finales de 1910 -justo una década antes de que lo visitara nuestro anterior periodista americano-, cuando Julio Camba llegó a Londres procedente de París para
hacerse cargo de la corresponsalía del diario El Mundo. Durante algo más
de un año escribió alrededor de ciento cincuenta artículos, —todo un
récord para alguien que presumía de vago.— Es imposible no sonreir ante sus agudas reflexiones sobre el carácter inglés, la fría y nublosa personalidad de la ciudad y la austeridad de la gastronomía británica. Un pequeño aperitivo antes de que salgáis raudos a comprarla:
"Yo tengo una gran capacidad admirativa, pero esta capacidad admirativa es independiente a mi voluntad. Es inútil que me digan que una cosa es admirable. Yo quiero admirarla, y muchas veces no lo consigo. Yo comprendo que en un pueblo donde hay ruinas, los vecinos las admiren. Las han visto desde niños a las horas del crepúsculo, que son las horas de las ruinas; han ido muchas veces, en ratos de melancolía o de ideal, a meditar entre ellas; conocen su historia y sus leyendas; está bien que las admiren. Ahora bien; yo llego al pueblo:
-Vamos a enseñarle a usted las ruinas -me dice, por ejemplo, el alcalde.
Llegamos allí, y me encuentro situado entre un montón de piedras.
-Es admirable - me dice el secretario del Juzgado.
Y yo no lo dudo, pero no me admiro.
En cambio, un inglés. se admira inmediatamnete. ¿Las ruinas son admirables? ¿Todo el mundo las admira? Pues él se decide y las admira a su vez. (...) El día que yo pueda me iré como cronista en una excursión de ingleses, y mientras ellos admiran las ruinas yo les admiraré a ellos" Al señor Camba ya le dedicaré otro post más adelante. Estad atentos.
La cita
La nostalgia del hogar es un sentimiento del que
muchos saben y se quejan; yo, por el contrario, sufro
de un dolor menos conocido, y su nombre es «nostalgia
del afuera». Cuando la nieve se derrite, las cigüeñas
llegan y los primeros barcos de vapor zarpan, me
asalta la punzante comezón de partir
¿Quién escribió este párrafo? El escritor Hans Christian Andersen fue un viajero empedernido, siendo la famosa cita "Viajar es vivir" obra suya. Además de nuestro país, sobre el que escribió "Un viaje por España", Andersen recorrió muchos países europeos. El más largo de los viajes lo realizó entre 1840 y 1841, un recorrido que lo llevó a través de Alemania, Italia, Malta, Grecia, Constantinopla, incluyendo el Mar Negro y el Danubio. El libro El bazar de un poeta (1842) reúne sus viviencias durante aquel periodo.
